Cuenta la leyenda del origen del Queso Oaxaca, que en el año de 1885 la niña Leobarda Castellanos , de 14 años cuidaba la leche cuajada para hacer el queso. En su descuido, la pequeña olvidó atender su encargo y se dio cuenta que la “cuajada” ya se había pasado.
Para que sus padres no se dieran cuenta, decidió vaciar agua caliente sobre la masa para lavarla, dando esto como resultado una mezcla chiclosa a la cual llamó quesillo. La familia de la niña se deleitó con su sabor y en lugar de reprenderla salieron rápidamente a presumir la creación de la niña con sus vecinos, volviéndose populares por este hecho y que tiempo después dio a conocer a la comunidad de Reyes Etla como “La Cuna del Quesillo”.
Sin embargo, distintas oportunidades de empleo generaron que productores oaxaqueños trajeran este producto al Estado de México (Ixtapaluca y Chalco).
En el mundo del Queso Oaxaca existe una particularidad en donde La Pilarica es digno ejemplo, ya que las fibras que se forman al deshebrar nuestro Queso Oaxaca son la verdadera prueba del amor con la que es elaborado. No todos los quesillos hacen esto, ya que la calidad de nuestros ingredientes y a la manera 100% artesanal de su elaboración son la prueba viviente de que nada supera a la tradición de hacer buen queso.